Después de tanto deambular y en eso somos expertos los cubanos, se le ocurrió un día a Cuco montarse también su tienda de campaña en la Internet, inagotable vehículo de interacción social....

miércoles, 21 de diciembre de 2011

domingo, 4 de diciembre de 2011

"Los Rebeldes no vendrán de las montañas".


Recuerdo el día que conocí el “correo electrónico” y aquellas misteriosas máquinas que todos llamaban 386 y 486. Comunicarte en tiempo real en La Habana de 1988, desde la oficina de una amiga con alguien en el extranjero a través de un teclado, un monitor y aquel cajón de plástico amarillento que llamaban CPU parecía realmente algo de ciencia ficción, eran los albores del chateo de hoy. No existía aún Windows y el hipertexto no se había sintetizado en lenguaje HTML. MS Dos era el vehículo.
Años después, en 1996 y ya fuera de Cuba, pude estrenar mi primera Pentium I acabada de salir al mercado, aprendí a moverme en Windows 3 "a empujones", con unas tarjetitas que venían con un conocido diario europeo y pasado un tiempo "me conecté”. Era la época de los primeros “motores de búsqueda”, Altavista, Lycos, MSN, Yahoo y otros pocos más. Google no surgiría hasta 1998. En aquellos tiempos de la hoy llamada Internet I, se memorizaban o anotaban las direcciones de las tres w y se usaban poco los buscadores. No tenían la potencia ni la connotación de hoy. Los sitios web eran estáticos, la única interactividad la proporcionaba una dirección de e-mail. El correo electrónico era la vedette de aquellos tiempos que se nos antojaban fantásticos y que a muchos nos parecieron acertadamente prometedores. Los que por esos tiempos vivieron en Europa o alguna otra ciudad del mundo poblada de pocos paisanos, donde Cuba casi no existe en los telediarios, saben de soledades y de la angustia por las cartas que tardaban como un mes en llegar. Tal vez por ello nos aferramos a aquella incipiente Internet que a través del e-mail te acercaba a los tuyos, que allá en el lejano Caribe, desde sus oficinas o la casa de alguna amistad con correo te enviaban sus cálidas letras.
En 1990 habían unas 100 mil computadoras conectadas a la Red de Redes en todo el planeta, en 1992, 1 millón, en 1996, 10 millones y tan solo dos años después eran ya 36 millones de computadoras. En la actualidad el número de conexiones rebasa los 1 407 millones.
Es a principios de este siglo, alrededor del 2001 que surge y se masifica lo que se ha denominado Internet II; los sitios web dejaron de ser estáticos para dar paso a verdaderos portales interactivos que remedan aquellos frescos y bulliciosos portalones de antaño, con sus sillones o balances donde llegaba la gente a “ponernos la última” o simplemente a charlar un rato. Con Internet II se dinamiza toda actividad a tal punto que ya hoy resultan comunes, las librerías, las casas de subastas, los bancos, tiendas, casinos y supermercados en línea; puedes seguir el itinerario de tu tren, recargar tu cuenta de teléfono o rastrear un paquete que enviaste a la Conchinchina para saber en qué punto exacto del camino se encuentra. Sin embargo, en esta trepidante etapa las aplicaciones más populares después del e-mail han sido dos, el chat y el blog.
El chat, que no es mas que un e-mail múltiple en tiempo real se populariza primero con el Messenger de Microsoft y después con los programas de chat de Yahoo y Google, su instantaneidad es mas dada a la comunicación informal, sin retoques de estilo, empleando abreviaturas, símbolos, emotions y se presta a la conversación ligera u operativa, a la síntesis de opiniones que responden más a fines prácticos exibiendo total ausencia de sintaxis y extremo abuso de “horrores ortográficos”.
El Weblog palabra que sintetiza web (red) y log (diario) en inglés, surge a mediados de los 90s en la etapa de la Internet I y consecuentemente también son páginas con un formato estático, en las que un individuo ordenaba en forma cronológica sus apuntes como en una bitácora o simplemente el diario de su vida. Con las prisas y la brevedad de estos tiempos terminó el Weblog denominándose con el conciso término blog. El ulterior desarrollo de aplicaciones dinámicas potencia la interactividad en Internet y afecta de igual manera a los blogs que comienzan a incorporar discretamente la posibilidad de comentar los “posts”. A principios de los 2000 alcanzan también gran popularidad los Foros de Discusión, alojados en sitios web tradicionales y posibilitando que los internautas se fueran agrupando en comunidades virtuales de acuerdo a sus intereses y preferencias. Ambas modalidades coexisten hoy, encontrándonos Foros de temática política, deportiva o científico-técnica pero tengo la impresión que el blog cada día va imponiendo su dinámica presencia debido fundamentalmente a su sencilla interfaz o a la especialización en su contenido. Sus alcances se extienden por día con el desarrollo incesante de nuevas herramientas “multimedia” y son dados a una mayor elaboración de los comentarios y al cuidado de la ortografía y la redacción aunque el lenguaje por lo general es informal y distendido, “casero”. Son hoy pocos los periódicos digitales importantes que no contengan una selección variada de blogs en su página principal, lo cual resulta interesante pues el diario tradicional, montado ahora sobre la web digital, lejos de rechazar esta posible “competencia” de los free lancers han hecho uso de su atractivo como un “gancho” para atrapar a sus lectores.
No tengo conocimiento de cual habrá sido el primer blog cubano pues supongo que como casi todos, transité en un inicio por sitios web y luego por los llamados Foros de Discusión. De ellos recuerdo a fines del siglo pasado o mediados de los 90s a http://www.cubanet.org/ y a principios de este siglo el Foro del programa “La Noche se Mueve” de la emisora de radio de Miami WQBA.
Entonces Miami no era el de hoy, predominaba la visión de un exilio dividido, salpicado de sagas de corruptelas y engolosinado con prebendas oficiales. Una gigantesca comunidad vivía aletargada en el ostracismo político con una letanía de fondo conservadoramente reaccionaria, anticuada y arrogante cuyas voces prominentes quedaron ancladas en 1959 imperturbables al paso del tiempo, tal y como sucede aún a noventa millas de estas playas. Molesto y desilucionado estuve varios años alejado de la web.
Cual no sería mi agradable sorpresa cuando una amiga cubana me envía en un e-mail la dirección de su blog en 2006. Yo no sabía lo que era un blog por lo que tardé varios días en “visitarla”, desde ahí comienzo a “pinchar” enlaces y van apareciendo ante mis ojos, una tras otra, toda una variedad de páginas preciosas. Acababa de descubrir la Blogosfera Cubana. Ya nunca más me sentí solo, recuperé el orgullo de ser cubano.
La Blogosfera Cubana, sin querer parecer chauvinista, tiene una connotación especial por el simple hecho de que en Cuba está prohibida la libre conexión a Internet. Existen más de 500 blogs cubanos en la actualidad, que por razones obvias la mayoría se edita fuera de nuestro país; los hay de arte en general, pintura, de poesía y literatura, deportivos, de música, fotografia, sicología o psiquiatría, de noticias y comentarios políticos, todo un abanico de estilos y tendencias, tan fresco, dinámico y desenfadado que por primera vez en casi 50 años se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza que le quita el sueño a nuestros adversarios. Los blogs “no autorizados” de Cuba y los de la diáspora han conformado una “potente señal” de denuncia y debate que a pesar de la represión se ha logrado colar por los resquicios que allá han abierto el tiempo y el desgano.
Dando un recorrido por las diferentes Comunidades Virtuales que espontáneamente subdividen la Blogosfera Cubana puede apreciarse con claridad el hervidero de ideas y debates que se gestan cada día ninguneando fronteras y meridianos. Nunca hubo espacio mas fértil para una “batalla de ideas” que la realidad virtual de Internet que entre sus novedades ha acercado por primera vez en la historia a tantos cubanos diseminados por el mundo. La discreción o privacidad que este eficaz medio proporciona al cibernauta, casi siempre parapetado tras un nick name o seudónimo, ha facilitado el muy necesario debate coartado a lo largo de tantos años fundamentalmente por el “síndrome de la sospecha”. En la discusión ciberespacial son las ideas "per se" las que interaccionan teniendo una connotación secundaria el nombre o el nick de quien escribe. No sabes si hablas con un joven, un viejo, una mujer, un blanco o un negro, un científico o un policía, amen de que hay muchos que exiben sus identidades reales y erróneamente atacan a los opinantes anónimos, cuando es esta posibilidad de participación lo que hace amplio y enriquecedor el debate. Sucede entonces que desde el anonimato ese ser humano es capaz de descubrir afinidades, simpatías, tener encontronazos y participar de virtuales “reyertas campales” con la espontaneidad que solo propicia una comunidad libre y democrática armada exclusivamente de pensamientos. Es esto precisamente lo interesante de este combate al que el Tirano teme como a ninguno anterior. El mismo lo bautizó: "La Batalla de Ideas".
Amigos y contrarios, de fuera y de dentro van abriendo sin habérselo propuesto la trocha del regreso a casa. Un atajo que queda por desandar, recodos, encrucijadas y alguna que otra emboscada.
Esta vez los rebeldes no vendrán de la Sierra, bajarán del “ciberespacio virtual” a retomar la realidad usurpada.