
Emigrar nunca ha sido fácil y sobre todo en aquellos años de la década de los 60's del pasado siglo, cuando todavía no existía la Ley de Ajuste Cubano, ley aprobada en 1966 por el gobierno norteamericano y que ha amparado a tantos de nosotros, abrigándonos en la protección de un estado, brindándote generosamente documentos de trabajo y residencia y hasta ayuda material a tu llegada para encarar con un mínimo de dignidad el comienzo de una nueva vida. Ningún pais del mundo ha hecho durante décadas lo que ha hecho el gobierno de los Estados Unidos por los "cubanos gusanos"...! Me vienen a la mente estámpas terribles de esa traumática separación, de genté que enfermó y se quedó sola y desamparada en el ostracismo más despiadado, de personas que desesperadamente quisieron regresar y no los dejaron. Hubo muchos a los que no dejaron ingresar a su propio pais tan solo para el momento sagrado de enterrar a padres o hermanos que allá quedaron. Muchos paulatinamente encontraron la muerte lejos, en diversas esquinas del planeta, solos, olvidados,pobres y en la más total de las tristezas.
Surgió también paralela y paulatinamente, la modalidad de emigrar ilegalmente porque simple y llanamente no eras autorizado a salir de territorio nacional. La gente escapaba en el compartimento de ruedas de un avión, en un bote artesanal, una cámara de tractor con una vela y en cuanto artefacto o "tecnología" desarrolla la inventiva popular para atravezar el temible y temperamental Estrecho de la Florida infectado de voraces escualos. Otros pacientemente prefirieron ser "reclamados" por algún familiar cercano ya afincado en el extranjero o a que algún forastero le extendiera una carísima "carta de invitación" para viajar en calidad de turista a cualquier lugar del mundo, daba igual Belice,Angola,Rusia o Tailandia. Luego se quedaban ilegalmente en esos paises al expirar sus visas de turista y de alguna manera lograban regularizar su status legal o conseguian llegar "clandestinamente"a los Estados Unidos y acogerse a la benefactora Ley de Ajuste.
Posteriormente, va surgiendo paulatinamente una nueva modalidad de irse, mucha gente joven en Cuba, decidió "enamorarse de súbito" de turistas extranjeros, no importaba mucho su edad, apariencia o ideología; si era enano o cretino. Aparecieron en masa pretendientes de todas partes de España, Italia, Francia o México, "llevándose" una impresionante cantidad de hermosas chicas y varones. Muchos tuvieron descendencia lejos de su casa y de los abuelos , fundaron su nuevo hogar en lontananza y fueron los más "felices" de todos, pues de alguna manera consiguieron que el gobierno cubano creara la figura jurídica del "cubano residente en el exterior". Este residente en el exterior tiene la prerrogativa o "concesión" de regresar a casa cuantas veces considere conveniente sin tener que solicitar el humillante y costoso "permiso de entrada"; pueden ellos y ellas regresar alegremente ya sea de manera temporal o definitiva si así lo requirieran.Eso sí; éste afortunado residente en el exterior que ostenta orgullosamente en su pasaporte un PRE (permiso de residencia en el exterior), debe mantener relaciones cordiales con el Consulado o Embajada cubana más cercana y observar siempre una conducta respetuosa hacia la llamada revolución. Al menor desliz o conducta "hostil" su PRE le será revocado de manera inmediata (si no, pregúntenle a Aguaya Berlín).
Así las cosas, el régimen de La Habana, paulatinamente se fué dando cuenta que no era tan inconveniente que los "emigrados" pacíficos y tolerantes regresaran frecuentemente de visita en calidad de turistas aún con sus más elementales derechos civiles suspendidos. Estos visitantes cubanos foráneos, deben ingresar a territorio nacional con un exorbitantemente caro pasaporte cubano y su correspondiente "permiso de entrada" , que vale lo suyo también, estampado en el mismo. Ellos proveen casi todo lo que la economía nacional es incapaz de ofrecer, desde un simple rollo de papel higiénico, arreglarles las casas, el baño, la vieja tubería o la bomba del agua.
Así las cosas, el régimen de La Habana, paulatinamente se fué dando cuenta que no era tan inconveniente que los "emigrados" pacíficos y tolerantes regresaran frecuentemente de visita en calidad de turistas aún con sus más elementales derechos civiles suspendidos. Estos visitantes cubanos foráneos, deben ingresar a territorio nacional con un exorbitantemente caro pasaporte cubano y su correspondiente "permiso de entrada" , que vale lo suyo también, estampado en el mismo. Ellos proveen casi todo lo que la economía nacional es incapaz de ofrecer, desde un simple rollo de papel higiénico, arreglarles las casas, el baño, la vieja tubería o la bomba del agua.
Hace relativamente poco tiempo el despectivo adjetivo de "gusano" o "quedadito" evolucionó a una nueva categoría. De buenas a primeras, sin ley o regulación alguna surge la figura amable del "emigrado económico". Algunos de éstos nuévos tránsfugas, víctimas viajeras, entre bacanal y feria, encuentran su tiempito para escurrirse a conversar con los oficiales "atendedores"de la seguridad del estado, ofreciendo información precisa y recibiendo sus correspondientes instrucciones. Conozco de casos que viajan, digamos que a Guatemala y que abiertamente le expresan a la persona que los invitó que "no pueden"regresar a Cuba hasta pasados 11 meses, justamente el tiempo necesario, de acuerdo a las leyes y regulaciones cubanas para convertirse automáticamente en "emigrado económico". Es a partir de entonces que se convierte en una especie de contrabandista o mulita de lleva y trae, en ese nuevo "corredor ambiguo" que otros millones de cubanos, auténticos exiliados y todavía estigmatizados, utilizan para hacer llegar a sus familiares artículos y medicinas que no pueden llevarles de manera personal. De alguna manera el pícaro gobierno cubano, ha ido transfiriendo la supervivencia de la población cubana y hasta los insumos de sus patéticas reformas a los otrora "gusanos vendepatria".
Aquel hombre nuevo,digno,valeroso defensor de la justicia social y las libertades del ser humano, ajeno al egoismo, sano y alturista, brilla hoy por su ausencia. Resulta inconcebible que aquel pais avanzado de nuestra memoria, cuna y terreno fertil de tantos personajes de leyenda, altivos y majestuosos como las Palmas Reales, haya degenerado en una magnífica fábrica de eunucos y cortesanas. Es esa la amarga realidad a la que paulatinamente fuimos arribando.
La dupla de los hermanos Castro, debe de haber comprendido a estas alturas que un pueblo no se manda como un campamento militar, debe ya saber que un pueblo manso y adormilado es incapaz de producir y mucho menos de crear y de que eso solamente sucede en sociedades transparentes, libres y donde las leyes tratan de ser ajustadas lo más posible a la justicia y los derechos. Ese gobierno bicéfalo ha de comprender que no tiene tiempo para rehacer paulatinamente lo que del mismo modo deshicieron. El dilema está planteado desde que hace unos cuantos años Raúl prometiera reformas estructurales y de pronto aparece su Hermano Regente visiblemente recuperado, relentizando la reforma. Peligroso escenario para un pueblo que demanda cambios inmediatos e impostergables.
La dupla de los hermanos Castro, debe de haber comprendido a estas alturas que un pueblo no se manda como un campamento militar, debe ya saber que un pueblo manso y adormilado es incapaz de producir y mucho menos de crear y de que eso solamente sucede en sociedades transparentes, libres y donde las leyes tratan de ser ajustadas lo más posible a la justicia y los derechos. Ese gobierno bicéfalo ha de comprender que no tiene tiempo para rehacer paulatinamente lo que del mismo modo deshicieron. El dilema está planteado desde que hace unos cuantos años Raúl prometiera reformas estructurales y de pronto aparece su Hermano Regente visiblemente recuperado, relentizando la reforma. Peligroso escenario para un pueblo que demanda cambios inmediatos e impostergables.