Después de tanto deambular y en eso somos expertos los cubanos, se le ocurrió un día a Cuco montarse también su tienda de campaña en la Internet, inagotable vehículo de interacción social....

miércoles, 19 de mayo de 2010

"El día que se conocieron Darío y Martí."


"Me hospedé en un hotel español, llamado el Hotel América, y de allí se esparció en la colonia hispanoamericana de la imperial ciudad la noticia de mi llegada. Fue el primero en visitarme un joven cubano, verboso y cordial, de tupidos cabellos negros, ojos vivos y penetrantes y trato caballeroso y comunicativo. Se llamaba Gonzalo de Quesada, y es hoy ministro de Cuba en Berlín. Su larga actuación panamericana es harto conocida. Me dijo que la colonia cubana me preparaba un banquete que se verificaría en casa del famoso “restauranteur” Martín, y que el “Maestro” deseaba verme cuanto antes. El maestro era José Martí, que se encontraba en esos momentos en lo más arduo de su labor revolucionaria. Agregó asimismo Gonzalo, que Martí me esperaba esa noche en Harmand Hall, en donde tenía que pronunciar un discurso ante una asamblea de cubanos, para que fuéramos a verle juntos. Yo admiraba altamente el vigor general de aquel escritor único a quien había conocido por aquellas formidables y líricas correspondencias que enviaba a diarios hispanoamericanos, como La Opinión Nacional, de Caracas, El Partido Liberal, de México, y, sobre todo, La Nación de Buenos Aires. Escribía una prosa profusa, llena de vitalidad y de color, de plasticidad y de música. Se trasparentaba el cultivo de todas las literaturas antiguas y modernas; y, sobre todo, el espíritu de un alto y maravilloso poeta. Fui puntual a la cita, y en los comienzos de la noche entraba en compañía de Gonzalo de Quesada por una de las puertas laterales del edificio en donde debía hablar el gran combatiente. Pasamos por un pasadizo sombrío; y, de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré en los brazos de un hombre pequeño de cuerpo, rostro de iluminado, de voz dulce y dominadora al mismo tiempo y que me decía esta única palabra: “¡Hijo!" Era la hora ya de aparecer ante el público, y me dijo que yo debía acompañarle en la mesa directiva; y cuando me di cuenta, después de una rápida presentación a algunas personas, me encontré con ellas y con Martí en un estrado, frente al numeroso público que me saludaba con un aplauso simpático. Y yo pensaba en lo que diría el gobierno colombiano, de su cónsul general sentado en público, ¡en una mesa directiva de revolucionarios antiespañoles! Martí tenía esa noche que defenderse. Había sido acusado, no tengo presente ya si de negligencia, o de precipitación, en no sé cuál movimiento de invasión a Cuba. Es el caso, que el núcleo de la colonia le era en aquellos momentos contrario; más aquel orador sorprendente tenía recursos extraordinarios, y aprovechando mi presencia, simpática para los cubanos que conocían al poeta, hizo de mí una presentación ornada de las mejores galas de su estilo. Los aplausos vinieron entusiásticos, y él aprovechó el instante para sincerarse y defenderse de las sabidas acusaciones, y como pronunció en aquella ocasión uno de los más hermosos discursos de su vida, el éxito fue completo y aquel auditorio antes hostil, le aclamó vibrante y prolongadamente. Concluido el discurso, salimos a la calle. No bien habíamos andado algunos pasos cuando oí que alguien le llamaba “¡Don José! ¡Don José!” Era un negro obrero que se le acercaba humilde y cariñoso. “Aquí le traigo este recuerdito”, le dijo. Y le entregó una lapicera de plata. “Vea usted, me observó Martí, el cariño de esos pobres negros cigarreros. Ellos se dan cuenta de lo que sufro y lucho por la libertad de nuestra pobre patria”. Luego fuimos a tomar el té a casa de una amiga suya, dama inteligente y afectuosa, que le ayudaba mucho en sus trabajos de revolucionario. Allí escuché por largo tiempo su conversación. Nunca he encontrado, ni en Castelar mismo, un conversador tan admirable. Era armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa memoria, y ágil y pronto para la cita, para la reminiscencia, para el dato, para la imagen. Pasé con él momentos inolvidables, luego me despedía. El tenía que partir esta misma noche para Tampa, con objeto de arreglar no sé qué preciosas disposiciones de organización. No le volví a ver más."
Rubén Darío. (Nicaragua, 1867-1916).

viernes, 7 de mayo de 2010

" 15 de Mayo de 1878."




"Mayo 15,1878 fue el día escogido para la reunión entre Martínez Campos y Antonio Maceo. El español había escogido la fecha y la hora, apenas a un mes del Zanjón, y el cubano tuvo la última palabra en cuanto al lugar y al número de delegados de cada parte. La expectativa general del lado cubano era que Maceo había decidido no rendirse. Maceo quiso tomar una decisión colegiada y no personal, por lo que pidió a las tropas de Holguín, Guantánamo, Jiguaní y Tunas que vinieran a Palmarito, un pueblo cerca de Baraguá. Ya el día 15 había recibido en su campamento a la mayoría de los comandantes de las tropas que quedaban en la manigua: Manuel Calvar, Donato Mármol, Flor Crombet, Pedro Martínez Freire, Ríus Rivera, José Lacret, Fernándo Figueredo Socarrás, Belisario Grave de Peralta, José Maceo, Vicente García y "Payito" León. Temprano por la mañana, comenzaron el camino a caballo hacia Baraguá en silencio; acamparon en un bosque casi impenetrable de árboles de mango, llenos de frutas amarillas o con frutas nacientes. Maceo, Calvar, Figueredo y Rius pusieron sus hamacas en un pequeño claro, por donde esperaban que llegarían los españoles. Todos los ojos estában fijos en el lado oeste del claro, por donde esperaban que llegaran los españoles. En unos veinte minutos,los exploradores anunciaron la presencia de Martínez Campos, quien fue recibido con todos los honores por los cubanos. Junto a la plana mayor de los cubanos estaban algunos jefes cubanos de los viejos o ya retirados, quienes le habían pedido a Maceo el honor de acompañarlo durante las difíciles negociaciones; allí estaban entre otros pocos, Prendergast, Morales de los Ríos y Cassola; del lado de Martínez Campos todos los oficiales eran brigadieres o tenientes generales. Martínez Campos llegó montado en un caballo moro precioso, tan negro que parecía tener destellos azules. Lo primero que dijo al desmontarse fue "Quién de uds. es Antonio Maceo?", Maceo se identificó y presentó a todos los oficiales de su cortejo. Repitieron lo mismo con los de Martínez Campos y todos se a sentaron entonces en las hamacas."
"Martínez Campos comenzó las conversaciones mostrándole a Maceo una carta anónima que había recibido el día anterior, la cual decía que Maceo lo asesinaría. Maceo respondió: Aunque ambos estuvimos de acuerdo en venir con no más de 15 oficiales, encuentro muy raro que ud. se sienta inseguro, habiendo desplazado un escuadrón español de caballería a menos de 300 metros de aquí."
"Al darse cuenta que los hombres de Maceo le habían seguido la pista desde que salió de San Luis, al norte de Santiago, Martínez Campos se sentó y sonrió. El General Polavieja, jefe militar español del área, se sentó al lado. Martínez Campos era de estatura mediana, con ojos miopes y mirada alerta. Su cara estaba algo quemada por el sol, cortada a la mitad por un dramático bigote blanco que complementaba una cara agradable. Polavieja, por otra parte, tenía un aspecto vulgar, dominada la cara por una barba polvorienta que cubría una expresión sórdida, apenas capaz de esconder su disgusto al tener que estar en la presencia de tropas cubanas y de su General."
"Al comenzar la conversación, Martínez Campos trató de ser cortés. Trató de elogiar a Maceo al indicar que no se había dado cuenta que este era tan jóven. Maceo no se dejó impresionar por esos elogios, particularmente porque Martínez Campos no se refirió ni una sola vez a él como "General" ni a los mambises como un "ejército" cubano."
"La reunión fue cortés pero cada lado completamente firme en sus puntos de vista. Martínez Campos comenzó su discurso anunciando que Vicente García había aceptado el Pacto del Zanjón y se había rendido. Maceo le contestó que de la misma manera que los españoles habían posicionado un escuadrón de caballería a 300 metros, el tal escuadrón y el lugar donde estaban ellos, estaba completamente rodeado por tropas bajo el mando del Mayor General Vicente García."
"Martínez Campos intentó apelar a la necesidad de paz y prosperidad para todos los cubanos diciendo: basta de luchas y sacrificios; ya ustedes han impresionado a todos con su determinación y tenacidad. Ha llegado el momento de unirse a España en el camino de la prosperidad y de la conducta civilizada."
"Maceo contestó: Solo la independencia es aceptable. Por favor guárdese sus explicaciones." "De ahí siguió una tensión."
"Martínez Campos trató entonces de convencer a Maceo de que él no conocía bien los términos del Zanjón y le pidió a Polavieja que consiguiera una copia del documento. La respuesta de Maceo fue decirle que no se preocupara de leer lo que ellos ya sabían, que no querían nada de esa componenda y que los cubanos estaban determinados a rechazarla."
"Martínez Campos le dijo: Entonces...no nos entendemos?". La respuesta escueta fue: "Exactamente...no nos entendemos."
"El español, en un último esfuerzo por salvar la negociación, le preguntó a Maceo si podía dirigirse a las tropas cubanas para explicar el documento; Maceo le contestó que con mucho gusto, siempre que él pudiera dirigirse a las tropas españolas para instarlas a desertar. Después de esta sugerencia Martínez Campos se puso muy molesto."
"Cuánto tiempo necesitan ustedes para volver a sus posiciones?" preguntó Martínez Campos.
"Ocho días" contestó Maceo. "Reasumirémos las hostilidades el día 23."
" Dicho eso, Maceo terminó la reunión. Martínez Campos se montó furioso en su caballo y cabalgó alejandose del área, dejando a Polavieja detrás, solo."
(Fragmento tomado de la magnífica obra titulada "Baraguá", del Sr. Raúl Eduardo Chao, profesor universitario, ingeniero e historiador cubano afincado en Miami y Paris. También ha publicado "Contramaestre", que abarca la estancia de Carlos Manuel de Céspedes en Paris entre los años 1841 y 1844).

jueves, 11 de marzo de 2010

"De como el pueblo cubano encuentra la via para liquidar al adefesio bicéfalo". (Historia en desarrollo...)


Invito a cualquiera, a un combatiente anónimo desinteresado, como esos, nuestros héroes de hoy, a crear una página en Facebook que sea una suerte de "Cadeneta de la Muerte" por la dignidad de nuestro pueblo.
Detrás de Orlando Zapata, que lleguen de todas partes las cubanas y cubanos a ofrendar su vida propia frente a los consulados, embajadas de la dinastía castrista o en cualquier parte del territorio nacional. Es al parecer, el último recurso que nos han dejado para salvar a los presos de conciencia y a nuestro pueblo de una existencia árida, dolorosa, que ya resulta insoportable.
No se podía esperar menos de nuestra gente. Es esa la tierra del padre Félix Varela, del profesor José de la Luz y Caballero, formador de revolucionarios, de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, de Francisco Vicente Aguilera, de José Antonio Saco y Mariana Grajales y su hijo El Titán de Bronce, General Antonio Maceo, de los Aldamas multi-millonarios cubanos del siglo XIX, que entregaron generosamente su fortuna, como muchos otros acaudalados criollos, a la lucha contra el colonialismo español, de los que vinieron de otras tierras a solidarizarse con nuestra causa, el Generalísimo Máximo Gómes Báez, dominicano, el Coronel Henry Reeve estadounidense, de Polonia el General Carlos Roloff; en esa, la tierra de nuestro José Martí donde se nos acaban las palabras...
Yo me apaunto desde ahora. Quién es el próximo?...De que los "reducimos al cumplimiento de las leyes", como dijera el abogado, amigo de Yoani (y al más elemental respeto a nuestra gente, agrego), no me queda la menor duda.
PData ( Marzo 18):
Los acontecimientos se precipitan; así son las Revoluciones genuinas, la espontaneidad como reflejo nítido de lo diverso de una oposición que va aproximándose a la unidad poco a poco. No estámos aún bien organizados, también las noticias llegan fragmentadas, confusas....Por ejemplo quién va detrás de Guillermo Fariñas?...es Antúnez o Félix Bonne, uno de los firmantes de "La Patria es de todos" (que dicho sea de paso, fué un excelente profesor de Electrotecnia del que suscribe, allá por los tempranos ochentas en la Universidad de Ingeniería de La Habana; de quién guardo gratos y divertidísimos recuerdos...un negrón de más de 6 pies de altura, güayabereado casi siempre y con un finísimo sentido del humor en un aula dónde se reunió la crema y nata de los jodedores habaneros, allí estaba Castillo, Gerardo, Adonis, Lázaro Cabrera, el Brito (veneno),Alexis Valdés, Carlos Milián, Nelson Medina, Joubert, Carlos Sánchez, el Tey, los dos Chinos, el "jamaliche" y el "nativo", estaba Udel Figueredo, Carlos Manuel Torres y otros que ya no viven, solo en nuestros más fraternos recuerdos...Gonzalo Alexander, Lidio y Hermes Ferrer).
Hace falta ponernos de acuerdo...yo "me dí de alta" en la fila el 11 de Marzo...en cuanto me toque el turno salgo para Nueva York y planto mi casa de campaña frente al edificio de las Organización de las Naciones Unidas. Punto.
PData 2 (Marzo 26) Apoteósica la marcha de ayer en la calle ocho, organizada en solo tres días (por lo que hubo muchos que ni se enteraron)...se habla de 200 mil participantes. Hermosas muestras de solidaridad de hermanos latinoamericanos y gringos. Me llamó la atención la creciente participación de gente jóven, se van sumando poco a poco, muchos de los que hasta ahora han preferido mantener su estatus de "emigrado económico" temiendo a que por represalia no les den más -los de "nuestra" Embajada en Washington- la "visa" para entrar a Cuba (dijiste visa ?....Siiii...visa para entrar a tu propio país, para los amigos que no se hayan enterado de que eso funciona así...). Quién tiene en derecho para que en nombre de un color político se reserve el derecho de admisión a la propia casa donde naciste????...Lo de Cuba es insólito!! Por suerte ya cada vez más personas en el mundo se van enterando de nuestra perversa realidad.
PData 3 (Abril 15) Y ahora el escándalo de corrupción de alcance austral...este es peor que el de 8A. Están muy ligados al General Acevedo, Ramiro Valdés y "el Güatón" (Max Marambio)...
De la que nos salvamos!! (irónicamente gracias a la velocidad del G2, además que "prueba de vida" de Fidel Castro). Cada día más interesante y dramático.
Hoy Obama en Miami, de visita en casa de los Estefan, seguramente impresionado por la manifestación de la calle 8 y el coraje de los Estefan. Gracias, Presidente!